Lunes 30 de junio de 2008
Educación rural:
A dos escuelas llegará esta donación, que incluye capacitaciones para los profesores.
Camila Carmona (10) y Katherine Rivera (10) están concentradas en el sitio web "Juegos de chicas". Vienen llegando de El Tránsito, una localidad rural de Alto del Carmen (III Región), y están en la sede de la Cepal esperando que empiece la firma del convenio por el cual su escuela recibirá 35 Classmates o notebooks educativos.
"Son más chiquititos, pero más lindos. Me encantan. Con ellos se aprende más que con los computadores grandes", dice Katherine, mientras los prueba. Ambas niñas aseguran que lo que más les gusta es navegar por internet y sacar información para aprender. Hasta ahora tenían que hacerlo en grupo porque de los 14 computadores de la escuela, sólo cuatro o cinco tenían conectividad.
Ahora tendrán notebooks para toda la clase, los cuales estarán conectados con el del profesor de computación, David Varela, quien celebra la iniciativa: "Esto permite que niños rurales estén en las mismas condiciones que los de la ciudad".
La iniciativa beneficiará también a la escuela Ricardo Campillay Contreras, de Alto del Carmen. Y es producto de una alianza entre la minera Barrick, Intel y la Fundación Cisneros. Estas últimas tienen sendos programas internacionales de capacitación de docentes. "Los computadores no hacen magia, sino los profesores", dice Laurentzi de Sasia, de Intel Chile.
Rodrigo Jiménez, de Barrick Sudamérica, señala que el objetivo de su compañía es evaluar este piloto para implementarlo en más escuelas de las localidades cercanas a sus operaciones.
Educación rural:
A dos escuelas llegará esta donación, que incluye capacitaciones para los profesores.
Camila Carmona (10) y Katherine Rivera (10) están concentradas en el sitio web "Juegos de chicas". Vienen llegando de El Tránsito, una localidad rural de Alto del Carmen (III Región), y están en la sede de la Cepal esperando que empiece la firma del convenio por el cual su escuela recibirá 35 Classmates o notebooks educativos.
"Son más chiquititos, pero más lindos. Me encantan. Con ellos se aprende más que con los computadores grandes", dice Katherine, mientras los prueba. Ambas niñas aseguran que lo que más les gusta es navegar por internet y sacar información para aprender. Hasta ahora tenían que hacerlo en grupo porque de los 14 computadores de la escuela, sólo cuatro o cinco tenían conectividad.
Ahora tendrán notebooks para toda la clase, los cuales estarán conectados con el del profesor de computación, David Varela, quien celebra la iniciativa: "Esto permite que niños rurales estén en las mismas condiciones que los de la ciudad".
La iniciativa beneficiará también a la escuela Ricardo Campillay Contreras, de Alto del Carmen. Y es producto de una alianza entre la minera Barrick, Intel y la Fundación Cisneros. Estas últimas tienen sendos programas internacionales de capacitación de docentes. "Los computadores no hacen magia, sino los profesores", dice Laurentzi de Sasia, de Intel Chile.
Rodrigo Jiménez, de Barrick Sudamérica, señala que el objetivo de su compañía es evaluar este piloto para implementarlo en más escuelas de las localidades cercanas a sus operaciones.
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